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Web: Google se acuerda de los patios Cordobeses!
lunes, 3 de mayo de 2010
Actualidad: El primer polo de la temporada
Días gloriosos para las costas andaluzas estas semanas. Después de un invierno siberiano y más lluvioso que Cherrapunji, la primavera ha llegado con un sol debajo del brazo. Puesto que no somos en esta casa de hacerle feos a la mar… a marear se ha dicho.
La costa onubense ha sido testigo de un verano pretérmino que como todo buen verano ha traído risas, juegos en la playa, pescaito, chiringuitos y polos. En esto último me voy a detener un poco más…
Rondaban las 6 p.m. en la playa de islantilla cuando mi amiga María me sorprendía con…(tun tun): un calippo! Sí señor, mi primer polo de la temporada (que no helado of course). No recuerdo cual fue la última vez que me tomaba un calippo…los flash-back de episodios de mi infancia junto a un calippo nublaban mi mente: aquella vez que se me cayó entero justo después de abrirlo, aquel amigo “gracioso” que le dio un traicionero bocado del tamaño del calippo entero, aquella camisa blanca nueva a la que se le derramó todo el caldito del final y la explicación al volver a casa con la mancha…(suspiro) … grandes recuerdos de la infancia.
Para los que esperan una oda o un soneto al calippo lo siento, porque aunque el calippo me trae grandes recuerdos no era este mi polo preferido. El que sin embargo si lo era y también lo es actualmente no podría ser otro que: el Drácula.
El drácula no es solo un polo de verano, es símbolo clásico y atemporal del verano: esa fina y delicada cubierta de hielo con sabor a cola representando la capa negra del conde drácula, escondía en su interior una deliciosa mermelada hecha helado de color rojo como el de la sangre de sus víctimas y con una suave crema en la base rodeando el palo de madera de olivo centenario (vale, esto último me lo he inventado): esto era un polo y lo demás tonterías...Además algo tenía que tener ya que pese a los duros golpes que ha sufrido la carta de frigo de verano a verano el drácula siempre ha resistido.
Quiero aprovechar la ocasión para recordar desde aquí a otros que siguen en el congelador de nuestra memoria y que tristemente nos dejaron en su día como son el Frigurón (aquel azul con forma de tiburón, no quiero buscar culpables pero quizás los de marketing de frigo podrían haber hecho algo más al ponerle el nombre…), el Popeye (el polo minimalista por antonomasia y el más económico) o el Frigodedo (solo su hermano Frigopie logró sobrevivir a aquel verano).
Ahora sí:
Verso libre al Drácula:
"¡Oh Drácula!
Tu fina y helada capa de cola : me mola
La textura de tu mermelada roja me sonrroja.
Y cuando llego a la crema que cubre tu palo
solo llorar puedo porque...ya te has acabado.
Tan solo espero que como otro verano
pueda otra vez verte en mi mano.
Y que sigas tan bueno y fresquito
que vuelvas a quitarme el hipo."
Feliz primavera!